HUMANOS CRIADOS EN CAUTIVIDAD

"Tanto si los animales provienen del estado salvaje, como de nacimientos en cautividad, sufren una serie de trastornos que son familiares al propio hombre, tales como estrés, tristeza, inapetencia, claustrofobia..." (*)

Cuando un animal es encerrado, alejado de su habitat natural desarrolla una serie de comportamientos anormales y antinaturales, agresivos y autodestructivos denominados zoocosis. Cuando un ser humano es encerrado, alejado de su habitat natural desarrolla una serie de comportamientos anormales y antinaturales, agresivos y autodestructivos denominados neurosis.

En la no-sociedad actual es costumbre abandonar a los bebés en unas minúsculas jaulas llamadas cunas, en la que se los encierra y aparta de sus madres para enseñarlos a domir en soledad (mientras su madre generalmente duerme acompañada, paradojas de la vida, que los seres indefensos sean abandonados para que los adultos disfruten de la compañía de otros humanos); incluso a veces se pretende que duerman cuando aun no tienen sueño, y se los encierra en las cunas a una hora determinada, fijada cada día por el adulto, y se les insta a dormir allí, atrapados, alejados de las personas a las que quieren y que dicen amarlos (pero no saben hacerlo); el bebé, así atrapado y en soledad se revuelve en ese espacio minúsculo y a veces adquiere comportamientos como balanceos o golpecitos reiterados contra los barrotes de su lugar de encierro. posteriormente tendrá pesadillas y terrores nocturnos, aberrantemente considerados normales, como si fueran una etapa natural de la evolución humana, el sentir terror (los bebés criados en colecho, que duermen con otros humanos, no presentan esta etapa de miedo y terror).

En el colmo del maltrato en soledad hay incluso métodos aberrantes que se proponen como científicos para lograr el ansiado control del sueño prematuro del niño, basados en la frustración por abandono del menor, que llora convulsivamente hasta quedar agotado, momento en el que tal vez se duerma, o no, pero ya no volverá a llorar, asumiendo el abandono. se necesitan generalmente varios dias de llantos continuados hasta conseguir esta actitud sumisa del bebé. el método de tortura se conoce como método estivill (antes llamado método ferber) y desgraciadamente es un éxito de ventas, lo que da fe de la actitud habitual del ser humano adulterado para maltratar a su camada.

La crianza en cautividad continúa con parquecitos, unas minúsculas jaulas con rejas de tejido de poliester que se instalan en los hogares para mantener al bebé alejado de los sagrados objetos comprados con dinero (y trabajo esclavo) que los adultos poseen, así, por amor a los objetos se encierra a los humanos, rodeados de otros objetos de colores chillones y sonidos estridentes denominados juguetes (a veces se chilla y agrede al niño para que no rompa tan sagrados objetos, la "salud" del objeto se antepone así a la salud emocional del niño).

También existen los taca-tacas, unas sillas con ruedas que limitan los movimientos del bebé y le impiden un desarrollo natural, otro lugar de encierro en el que el bebé puede recorrer torpemente la casa (en vez de hacerlo a gatas, que sería más natural), pero no puede satisfacer su necesidad real de exploración del entorno, ya que estas sillas están diseñadas para que el bebé no pueda alcanzar a los objetos con las manos.

También existen los chupetes, que son unos pedazos de caucho que se introducen en las bocas de los bebés para censurar su malestar, y evitar oir los llantos ocasionados por tales actitudes adultas de abandono y agresión, es una primera evidencia de la vida de censura emocional que van a tener que sufrir los niños. son encerradas así sus emociones, a la vez que sus cuerpos.
Como los adultos son esclavizados en la producción ajena, pronto tendrán que abandonar a sus hijos en guarderías (o "centros para la conciliación de la vida laboral y familiar" como los denomina el estado español) allí son encerrados y abandonados entre otro montón de niños y en ocasiones empieza su adiestramiento educativo para la producción ajena a tan temprana edad. en esos lugares, debido al abandono, son frecuentes las manifestaciones psicosomáticas, los niños empiezan a enfermar, generalmente gastroenteritis y gripes que los adultos, ignorantes, asocian a que los niños, cuando están juntos, se transmiten enfermedades que no suelen presentar cuando están solos... serán los mocos y las babas... pero los tigres criados en cautividad también están aquejados de gastroenteritis, y se ha comprobado que no es debida a virus alguno.

Tras este encierro en las guarderías, los humanos criados en cautividad pasan a la educación infantil donde el encierro empieza a focalizarse, poco a poco, dentro de una silla. este espacio tan reducido, en una posición continuamente sentado, será su habitat a partir de ese momento durante toda su infancia de encierro educativo, y el niño será censurado por todo aquello que le es propio de su ser niño, se le impedirá moverse de su lugar de encierro (su silla), jugar (eso es consideraro carente de importacia y no necesario, según los adultos jugar es perder el tiempo, así están ellos), se le impide hablar (a no ser que se lo ordene su profesor para responder a alguna cuestión planteada por este último), pensar (si piensa en lo que realmente le interesa será censurado por distraerse)...

Los niños no solo tienen que permanecer encerrados, sino que su tarea contínua durante ese período de encierro consistirá en satisfacer las espectativas de los adultos, y demostrar obsesivamente que son capaces de satisfacerlas (se les juzgará por ello de forma compulsiva y periodica mediante exámentes).

Este encierro continúa hasta que el niño, ya adolescente, a fuerza de frustración, ha considerado este lugar como su hábitat, momento en el que estará preparado para permanecer encerrado por si mismo, "libremente", en los estudios superiores y posteriormente en el trabajo para la producción ajena. cada vez que se quede sin trabajo se sentirá perdido y estará incapacitado para gestionar su tiempo por si mismo, dependiendo siempre del encierro que constituye su habitat antinatural. como el canario que vuelve a la jaula cuando lo dejan en libertad.

Esta vida de encierro, de ser humano criados en cautividad, le ocasionará zoocosis... perdón... neurosis, es decir, estrés, tristeza, depresión, inapetencia, alienación, rebeldía, desconfianza, miedo, consumismo, agresividad, violencia, crueldad (lo llaman bulling), competitividad, trastornos de alimantación y de comportamiento, desmotivación, trastornos sexuales, vacío existencial, frustración de sentido, dependencia, incapacidad, prepotencia, evasión de la realidad, adicciones, tensiones, bloqueos y dolor físico, deformaciones corporales (manifestadas generalmente como desviaciones de la columna que son muy habituales en humanos) ... en definitiva... no-ser.

(*) sobre la cria de animales en cautividad:

http://www.natureduca.com/hom_animalescautiv2.php

Más madera en:
http://caso.omiso.org

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